Podría decirse que la palabra país, que proviene en forma directa del francés pays, no tiene una definición propia o exclusiva. El término se utiliza como el sinónimo más usual de Estado nación. Incluso la Real Academia Española apela a otros conceptos para definirlo, al decir que un país es una nación, una región o un territorio.
Un país es, por lo tanto, una determinada área geográfica y una entidad políticamente independiente, que cuenta con su propio gobierno, administración, leyes, fuerzas de seguridad y, por su puesto, población. De todas formas, un Estado puede estar formado por distintos países o naciones, como España (con el País Vasco y Cataluña, por ejemplo).
Por lo tanto, la palabra país comparte significado con nación (del latín nātio), en especial con su aceptación como nación política. Es decir, se trata del ámbito jurídico-político y de la soberanía constituyente de un Estado.
Los países se encuentran divididos por líneas imaginarias que determinan su territorio. A estas líneas se las conoce como fronteras y son las encargadas de delimitar el espacio en el que cada Estado tiene su jurisdicción.
Cuando un país se encuentra bajo dominio de un país remoto (es decir, que no puede decidir su propio gobierno y administración), se transforma en una colonia.
Por último, cabe mencionar que los países se encuentran representados por sus gobiernos en diversas organizaciones internacionales, que pueden ser científicas (como la Agencia Espacial Europea, por ejemplo), económicas (el Mercosur), policíacas (la Interpol) o político-económicas (la ONU, la Unión Europea, etc.).
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